Relato de horror en la guerra de Irak

Las tropas estadounidenses se habían desplegado a menos de dos bloques de su casa. Mohamed Raya Hasun, de 35 años, se apercibió de su llegada cuando los militares irrumpieron en su vivienda para registrarla.

"El lunes una bomba destruyó uno de sus vehículos. Murió un soldado. El martes ya habían estado patrullando en el barrio, diciendo por los altavoces que buscaban a terroristas", declaró el iraquí.

Mohamed recuerda que vio aparecer en el cruce el coche de Asila. Se disponía a torcer en dirección a los estadounidenses. "La familia que viajaba en el coche no debía saber que estaban aquí. Fue muy rápido. El coche venía deprisa. Los soldados dispararon contra ellos sin aviso previo, alcanzaron a los dos niños en la cabeza. La madre gritaba como una loca. '¡Perros judíos! ¿Por qué? ¿Por qué? ¡Abajo América'", decía.

Los niños estaban muertos. "La madre Asila herida en la cabeza, a su hija Milan la bala le entró por la frente y le sacó los sesos, a Mustafá que era el más pequeño le explotó la cabeza. Todo quedó pegado en los cristales, en la tapicería", relata Mohamed.

El padre que viajaba con ellos y que por suerte no fue herido, entre gestos de rabia, agarró los sesos de Milan con la mano y se los mostró a los americanos. Les gritaba: "¿Esta es vuestra democracia? ¿Esta es vuestra justicia?".

Ellos no decían nada.