miércoles, diciembre 07, 2005

Ni los asuntos sucios hacen bien

La administración Bush no puede ser más inepta, todos los asuntos sucios en que se meten salen a la luz, ni uno bien acabado.

Una guerra aduciendo motivos que luego no aparecen por ningún lado, torturas en cárceles en donde tienen a un fotógrafo aficionado como compañero, vuelos turísticos de la CIA con aterrizajes incluidos en Europa repleto de presos sospechosos de terrorismo de los que todo el mundo tiene conocimiento menos Condoleeza Rice (¡vaya servicio "secreto"!, por cierto).

¿Y ahora qué más?, ya se sabe que una de las armas en la guerra es la propaganda, mentiras o verdades que un ejercito vierte sobre el enemigo, ya sean civiles o militares para conseguir la rendición o el sometimiento de estos. En cualquier guerra se ha llevado a cabo esta práctica utilizando para ello los mismos medios de quien las difunde, ya sea la radio o el lanzamiento de octavillas y digamos que "firmando" ellos mismos tal propaganda como autores de ella.

La cuestión es como indicaba al principio de que a esta administración no le sale nada bien, no consiguen ocultar nada por más que se empeñen y han llegado un paso más lejos.

El asunto es el siguiente:

El ejército norteamericano contrató los servicios de la Consultora Lincoln Group que se definen como 'una empresa de comunicación estratégica y de relaciones públicas, que provee comprensión e influencia en entornos exigentes y hostiles', traducido al cristiano significa, 'tú me pagas y yo soborno a los medios para que publiquen la noticia que quieras'.

Y así lo hicieron, ahora se ha dado a conocer que esta consultora sobornaba a periódicos iraquíes para que insertasen noticias falsas escritas por el ejército estadounidense. El mismo Departamento de Defensa lo ha reconocido.

No obstante, el Pentágono ha explicado que el objetivo de estas noticias era que la "verdad" llegase a los iraquíes. Desde luego, buenas intenciones no les falta a estos señores.