Actos que desarman cualquier conflicto

Hace poco días en Yenín (Cisjordania) moría un niño de 12 años, Ahmed Jatib se llamaba. Ahmed salió de su casa y cuando hubo andado pocos metros se encontró con soldados israelíes que patrullaban la zona en busca de un miliciano palestino. Le dispararon, murio poco tiempo después en el hospital israelí Maimónides de Haifa.

Los padres donaron los órganos de su hijo para que cualquier niño israelí o palestino enfermo fuese trasplantado. El destino de estos órganos fueron a parar a 6 personas, una niña de su misma edad, un bebé de siete meses, una mujer de 56 años, un niño de 5 y otros dos menores de 4 y 5 años.

Palabras conmovedoras de la madre, "animé a mi marido con la idea de que los órganos de mi hijo fuesen donados a otros niños, porque ellos sufren mucho. No me importaban que fueran musulmanes, judíos o cristianos. Los niños no deben sufrir... Los niños no deben sufrir..."

Elogios por parte de altos mandatarios israelíes, Reuven Rivlin, portavoz del parlamento israelí describió el gesto como "extraordinario" y Ehud Olmert, viceprimer ministro de Israel llamó a los padres para expresarle "su orgullo por ese gesto" y los invitaba a vistarles en Jerusalén.

Este tipo de acciones son las que dejan sin excusas un conflicto armado, son estas acciones las que deberían convertirse en el arma con la que combatir, arma con la que se gana apoyos en todo el mundo y desarma al enemigo.

Actos que desarman cualquier conflicto.