Un pequeño paso para el hombre

Comenzando con esta frase, con significado opuesto a la que en su día pronunciase Neil Amstrong cuando pisó la Luna, resumo el fin de la cumbre de Montreal.

Después de varios dias de negociación sobre una de las cuestiones que se planteaba, es decir, ¿qué pasará cuando se cumpla el plazo de 2012 del protocolo de Kioto?, se ha llegado a un acuerdo mínimo por el cual los países que lo ratificaron se comprometen a adoptar nuevos compromisos de reducción de emisiones.

Al mismo tiempo, y como "logro" cogido con alfileres, todos los países que han participado en la cumbre, incluido Estados Unidos, acuerdan empezar a discutir sobre como afrontar el calentamiento global del planeta "a largo plazo", sin prisas como diría aquel y con pausas seguramente.

Voy a mencionar lo peculiar del caso de Estados Unidos, mejor dicho, lo peculiar de su gobierno que no queriendo entrar a formar parte del protocolo de Kioto, 11 de sus estados y 190 de sus ciudades han aplicado compromisos de reducción de emisiones por ellas mismas, dando de este modo la razón a Kioto y no a la obstinación de su gobierno federal.

Parece ser que son los ciudadanos de ese país los que realmente ven el problema que se está produciendo, los que han visto como el número de huracanes ha ascendido comprobándolo además, en sus propias carnes.