jueves, diciembre 15, 2005

Lo que nadie quiere... continuación

En el post anterior comentaba el caso del portaaviones francés que el gobierno de ese país quiere dejar en la India para su desmantelamiento.

Pero hay más. Se sabe que Francia exporta a Rusia miles de toneladas de residuos nucleares cada año, permitiendo a las compañías eléctricas productoras de energía nuclear almacenar esa basura radiactiva en lugares como Siberia. Este viaje de desechos atómicos hacia Rusia no es reciente, todo lo contrario, se está haciendo asi desde hace más de 30 años.

Un ejemplo lo tenemos en la central nuclear francesa de Eurodif, la cual produce 15.000 toneladas de uranio empobrecido al año, un alto porcentaje de este no puede ser reutilizado y se almacena en la misma central pero entre un 30% y un 40% se envía a Rusia para reconvertilo, algo que sólo sucede en un 1%, el resto se queda en este pais.

Además, el transporte del uranio se lleva a cabo en embarcaciones convencionales rusas, sin los dispositivos de seguridad que son exigidos para este tipo de mercancía peligrosa. Un accidente en el traslado o un ataque terrorista sería devastador.